LOS AZÚCARES Y EL CUERPO
El cuerpo descompone los carbohidratos, que incluyen azúcares y almidones, en glucosa. Los azúcares son una importante fuente de energía, y la glucosa es la más importante para nuestro cuerpo. El cerebro humano necesita unos 130 gramos de azúcar (glucosa) al día para seguir funcionando. La glucosa puede encontrarse en varios alimentos, como la miel, frutas y verduras.
Los otros azúcares más comunes que se encuentran en los alimentos y las bebidas son:
- Sacarosa. Se encuentra de forma natural en frutas y verduras, y se extrae de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera para producir azúcar de mesa (el azúcar que normalmente compras en el supermercado o en la tienda de comestibles)
- Fructosa y glucosa. Se encuentran en la miel, frutas y verduras
- Lactosa. Se encuentra en la leche y los productos lácteos, como el queso y los yogures
- Maltosa. Elaborada con cereales, se encuentra en bebidas malteadas y la cerveza.
Para obtener más información sobre qué es exactamente el azúcar, visita nuestra sección “¿Qué es el azúcar?”
Los distintos tipos de azúcar se procesan y se usan con varias finalidades, pero debes tener en cuenta que el cuerpo no distingue entre los azúcares añadidos en la producción o en la cocina y aquellos que se encuentran en las frutas o verduras de forma natural. Por ejemplo, la sacarosa de una manzana se digiere de la misma forma que el azúcar del azucarero. Sin embargo, la velocidad a la que el azúcar (sacarosa) es absorbido puede variar según su procedencia, ya que no es lo mismo un alimento sólido, como una manzana, que uno líquido, como un zumo de manzana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos y los niños reduzcan el consumo diario de azúcares libres* a menos del 10 % de la ingesta total de energía. Además, indica que una reducción por debajo del 5 %, el equivalente a unos 25 gramos (6 cucharaditas) al día, aporta beneficios adicionales a la salud (1).
*Los azúcares libres son todos aquellos que el fabricante, el cocinero o el consumidor añaden a los alimentos o a las bebidas, además de los azúcares que ya están presentes de forma natural en la miel, los siropes, los zumos de frutas y los concentrados de zumos de frutas.