POR QUÉ EL AZÚCAR PUEDE FORMAR PARTE DE UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA

Ningún alimento ni bebida contiene todos los nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita, así que la variedad es la clave. La Organización Mundial de la Salud (1) ha definido una serie de principios básicos que determinan en qué consiste una alimentación saludable para prevenir las enfermedades no contagiosas. No obstante, la composición exacta de nuestra alimentación puede variar en función de características como la edad, el sexo, el estilo de vida, el grado de actividad física, el contexto cultural, los alimentos disponibles y los hábitos alimentarios.

Por otra parte, también es importante mantener el equilibrio entre la energía que recibimos en forma de comida y bebida (que se mide en calorías) y la que quemamos al realizar actividades físicas.

Además de las recomendaciones de la OMS, en octubre de 2020, el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (34, 35) introdujo las siguientes recomendaciones:

  • El consumo de azúcares libres* debe ser inferior al 10 % de la ingesta calórica total para formar parte de una dieta saludable, y para obtener mayores beneficios se recomienda reducir su consumo a menos del 5 % de la ingesta calórica total.
  • Se deberá evitar en lo posible los alimentos con azúcares* y sal añadida.
  • El consumo de azúcar debe ser inferior a 30 g/día; 5-10 g por momento de consumo (una cucharada de postre

*Los azúcares añadidos se definen en conformidad con el Anexo II del Marco Europeo para Iniciativas Nacionales para Nutrientes Seleccionados de la Comisión Europea como los azúcares que son añadidos al alimento durante su preparación o cocinado así como aquellos presentes de manera natural en la miel, siropes, zumos y concentrados de frutas. Esta definición es equivalente a la de los azúcares añadidos incluida en la Guía de la Organización Mundial de la Salud sobre recomendaciones de ingesta de azúcar para adultos y niños de 2015.

LOS PRINCIPIOS DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE SEGÚN LA OMS

  1. Fruta y verduras.Se recomienda comer al menos 440 g óo cinco porciones al día

  2. Grasas.Es recomendable reducir la ingesta total de grasas por debajo del 30% de la ingesta calórica total.

  3. Productos lácteos, sal, sodio y potasio.Se aconseja reducir el consumo de sal a menos de 5 g al día

  4. Azúcares.Se recomienda reducir por debajo del 10 % la ingesta total de energía. Se ha sugerido que si se reduce más esta cantidad, por debajo del 5 % del total de la ingesta total de energía, se producirían beneficios adicionales para la salud.