En la actualidad, el sedentarismo se identifica como el cuarto factor de riesgo principal de mortalidad en el mundo (3). Por ese motivo, además de seguir una dieta equilibrada, es crucial que te mantengas activo para fomentar un buen estado de salud.
Las evidencias sugieren que los hombres y mujeres activos (en comparación con las personas menos activas) corren menor riesgo de mortalidad en general, por enfermedades coronarias, presión alta, infarto, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, cáncer de colon y de mama, y depresión. También reducen la probabilidad de sufrir fracturas de cadera o de columna, presentan una mejor condición cardiorrespiratoria y muscular, además de que es más probable que consigan mantenerse en peso y tener una masa corporal y composición más saludables.(4)